PRISIONES DE CLORO. CÁRCELES DE CRISTAL.
Empezaré nombrando a la mayoría de especies víctimas del apartado que nos ocupa. Ellas son: Orcas, Delfines, Belugas, Rayas, Tiburones, Focas, Morsas, Leones marinos, Pingüinos, Caballitos y dragones de mar, morenas, tortugas e infinidad de especies marinas y/o fluviales. En este apartado voy a hablaros, mayoritariamente, de los delfines, las grandes victimas de estos circos acuáticos.
Nos parece gracioso ver la cara de los delfines, parece que siempre se estén riendo y sean felices. Nada más lejos de la realidad.
CAPTURA DE DELFINES:
Alrededor de 250.000 delfines son sacados de su hábitat para exhibirlos en delfinario. El 50% de los capturados morirá durante el trayecto. El método de captura consiste en acorralarlos con barcas y una red de pesca. Cuando quedan atrapados seleccionan los que se van a quedar, el resto son devueltos al mar (muchos de ellos fallecidos por infartos debido al estrés sufrido durante la captura), otros con graves heridas hechas durante la captura y que les hace “inservibles” para su propósito.
Durante la captura son atrapadas muchas crías que quedan separadas de sus madres. Los delfines son animales con una gran unión social entre ellos y esta separación provoca grandes traumas en todos los miembros del grupo.
La industria defiende esta captura alegando que ellos solamente los salvan de que acaben siendo servidos como carne (sin comentarios).
Nos parece gracioso ver la cara de los delfines, parece que siempre se estén riendo y sean felices. Nada más lejos de la realidad.
CAPTURA DE DELFINES:
Alrededor de 250.000 delfines son sacados de su hábitat para exhibirlos en delfinario. El 50% de los capturados morirá durante el trayecto. El método de captura consiste en acorralarlos con barcas y una red de pesca. Cuando quedan atrapados seleccionan los que se van a quedar, el resto son devueltos al mar (muchos de ellos fallecidos por infartos debido al estrés sufrido durante la captura), otros con graves heridas hechas durante la captura y que les hace “inservibles” para su propósito.
Durante la captura son atrapadas muchas crías que quedan separadas de sus madres. Los delfines son animales con una gran unión social entre ellos y esta separación provoca grandes traumas en todos los miembros del grupo.
La industria defiende esta captura alegando que ellos solamente los salvan de que acaben siendo servidos como carne (sin comentarios).
Fotografías facilitadas por la organización "Sea Shepherd" que muestra el proceso de selección de delfines, durante la captura anual de delfines en Taiji (Japón). Según la organización, pescadores japoneses capturaron a 250 delfines, incluyendo a crías. Los animales capturados en estas calas son vendidos en cautividad o sacrificados para su consumo.
SU VIDA EN CAUTIVERIO:
Muchos delfines nadan libremente hasta chocar con los muros del tanque que les producen la muerte instantánea. Los delfines acostumbran a nadar entre 150 y 180 Km. al día, pero en cautiverio sólo lo hacen en los 7 metros de largo de una piscina. Por si esto fuera poco, algunos ejemplares suelen llegar a los 600 metros de profundidad, mientras que la mayoría de los acuarios en que se mantienen, una vez capturados, no supera los 10/15 metros de hondo.
No entienden que el pescado muerto que les arrojan los cuidadores es su alimento. Para que lo aprendan son alimentados introduciéndoles un tubo en el estómago.
Más de la mitad no supera el primer año de vida en cautiverio, nada sorprendente si se considera, por ejemplo, que en la filmación de la serie norteamericana Flipper - cuyo protagonista era un delfín, que en realidad era una hembra, del mismo nombre - murieron 20 ejemplares, debido a enfermedades y a malos entrenamientos.
Otro problema es que su sistema de ecolocalización (como un radar) no funciona en cautiverio. Las ondas que envía su sistema de localización rebota en las paredes de los tanques (cosa que no ocurre en el mar) produciéndole perturbaciones.
Los productos químicos de tratamiento del agua dañan su delicada piel y, en ocasiones, llegan a dejarlos ciegos. Esto, junto con el exceso de trabajo, la deficiente alimentación, el excesivo volumen de la música y los espectadores, el aislamiento y otros inconvenientes, producen al delfín un estrés que puede conducirlo a la muerte. Hay casos en que se han suicidado dejando, voluntariamente, de respirar.
El "entrenamiento" de los delfines para llegar a conseguir las proezas que vemos en los shows, consiste en privarlos de alimento. Si no hacen los ejercicios no hay comida. Les reservan el 60% de su ración alimenticia para después de la función. Los entrenadores dicen que si el delfín no está hambriento ya te puedes olvidar de hacerlo saltar.
Jacques Costeau: "Ningún acuario, ningún estanque en algún parque marino, sin importar su tamaño, puede reproducir las condiciones del mar. Y ningún delfín que en ellos habite puede ser considerado normal".
Costeau y su hijo ,Jean Michel, juraron no volver a capturar ningún animal marino, después de ser testigos de la captura de un delfín, quien al verse atrapado en un estanque golpeó su cabeza contra la pared, una y otra vez, hasta morir.
SU VIDA EN CAUTIVERIO:
Muchos delfines nadan libremente hasta chocar con los muros del tanque que les producen la muerte instantánea. Los delfines acostumbran a nadar entre 150 y 180 Km. al día, pero en cautiverio sólo lo hacen en los 7 metros de largo de una piscina. Por si esto fuera poco, algunos ejemplares suelen llegar a los 600 metros de profundidad, mientras que la mayoría de los acuarios en que se mantienen, una vez capturados, no supera los 10/15 metros de hondo.
No entienden que el pescado muerto que les arrojan los cuidadores es su alimento. Para que lo aprendan son alimentados introduciéndoles un tubo en el estómago.
Más de la mitad no supera el primer año de vida en cautiverio, nada sorprendente si se considera, por ejemplo, que en la filmación de la serie norteamericana Flipper - cuyo protagonista era un delfín, que en realidad era una hembra, del mismo nombre - murieron 20 ejemplares, debido a enfermedades y a malos entrenamientos.
Otro problema es que su sistema de ecolocalización (como un radar) no funciona en cautiverio. Las ondas que envía su sistema de localización rebota en las paredes de los tanques (cosa que no ocurre en el mar) produciéndole perturbaciones.
Los productos químicos de tratamiento del agua dañan su delicada piel y, en ocasiones, llegan a dejarlos ciegos. Esto, junto con el exceso de trabajo, la deficiente alimentación, el excesivo volumen de la música y los espectadores, el aislamiento y otros inconvenientes, producen al delfín un estrés que puede conducirlo a la muerte. Hay casos en que se han suicidado dejando, voluntariamente, de respirar.
El "entrenamiento" de los delfines para llegar a conseguir las proezas que vemos en los shows, consiste en privarlos de alimento. Si no hacen los ejercicios no hay comida. Les reservan el 60% de su ración alimenticia para después de la función. Los entrenadores dicen que si el delfín no está hambriento ya te puedes olvidar de hacerlo saltar.
Jacques Costeau: "Ningún acuario, ningún estanque en algún parque marino, sin importar su tamaño, puede reproducir las condiciones del mar. Y ningún delfín que en ellos habite puede ser considerado normal".
Costeau y su hijo ,Jean Michel, juraron no volver a capturar ningún animal marino, después de ser testigos de la captura de un delfín, quien al verse atrapado en un estanque golpeó su cabeza contra la pared, una y otra vez, hasta morir.